Capítulo 32: La feste de Halloween

¡Hola! Se que llevo mucho tiempo sin renovar, por eso he echo este el doble de largo. Queen.A tu personaje aparecerá dentro de unos capítulos. Un muxu.

Sobre la cabecera de la cama descansaba un traje amarillo, junto con unas deportivas y una camisa negra. En el suelo, había un manojo de prendas oscuras, Hope se levantó y recogió aquel montón de ropa, lanzandole a Daphne las prendas amarillas. Esta sonrió.
-No sabes lo que me costo encontrarlo.

-Estoy segura de ello-respondí-No en todos lados venden chandales amarillos.
Comence a vestirme, tenía las medias negras transparentes y encima un body negro, ademas de una chaqueta de cuero. Recogí mi cabello en una larga trenza de espiga y despues comencé a buscar las ultimas piezas de mi disfraz.
-¿Daphne, has visto la pistola?
-Eh....-dijo ella mientras se terminaba de vestir-Creo que la deje encima de la mesa.
Mire y efectivamente ahí estaba, junto con la liga que había cogido "prestada" de Natalie. Alan y ella habían salido esta mañana y aun no habían vuelto, lo cual era raro, pero eso me había dado una oportunidad para colarme en su cuarto.
-Realmente, me gusta el toque que le has dado a tu disfraz, ¿pero, no pasaras frío?
-Estoy bien, gracias. Lo que no entiendo es porque no te cogiste la peluca rubia.
Daphne me lanzó una mirada asesina muy apropiada con su disfraz.
-Así pareceré más peligrosa. Una mezcla de Hiedra Venenosa y Kill Bill, un mix de Uma Thurman.
-Tiene sentido.-guarde mi móvil y la cartera en la chaqueta-¿Nos vamos?
Llegamos al colegio media hora después de que la fiesta comenzará, y alli estaba Drew, con su traje de Novia Cadaver, un vestido corto y deshilachado, de color sucio y arrugado. Aunque no se había maquillado demasiado, se adivinaba fácilmente su personaje, no como en mi caso.
-¡Hola!-nos saludó ella-Me encantan vuestros trajes. Kill Bill y... eh...
Lo que suponía.
-Lara Croft, Tomb Raider, Angelina Jolie.
-Aaaahh...-respondió algo sorprendida.-¿Habeis practicado el baile?
-Yo si-dijo Daphne-Y Hope también, la he ayudado.
-Entonces no tenemos nada que temer.-respondió alegremente.
-Gracias por decir eso-le susurre a Daphne una vez nos metimos dentro del Gimnasio-No quiero llegar a imaginarme el mosqueo de Drew si se enterase que no he practicado nada.
-Pero... ¿Nada de nada?
-Bueno, practique un poco ayer-conteste dubitativa.
Ambas reímos y dejamos las chaquetas en el guardarropa en el que estaba Michael con un traje de vampiro. Habían dado un cambio radical al Gimnasio, había un pequeño escenario, con telón incluido, unas mesas repletas de comida, las típicas guirnaldas de calabazas y calaveras...
-Mon petits! Al fin habéis llegado, ¡Sois las siguientes! ¡Oh, que disfgaz más maravilloso, gubí! Eh... vosotgas también estais pgeciosas, ¡ahoga a pgepagagse!
Comenzamos a arreglarlo todo, y entonces le vi, hablando con unos chicos en el centro del bullicio.
-Chicas, ahora vuelvo.
Me cole entre la gente, tratando de no perderle de vista, me acerqué al grupo y le agarre por detrás.
-¡Peter!
Él se volvió sorprendido y una amplia sonrisa iluminó su rostro, volviendo aún mas atractiva su postura. Observó mi traje y agacho la cabeza.
-Vas muy guapa, me encanta Lara Croft.
-Es el único que ha descubierto mi identidad, James.
-Bond, James Bond-respondió seductoramente.
Hubo un incómodo silencio, en el que ninguno se atrevió a cruzar la mirada del otro.
-Bueno, debería ir al escenario, me toca en seguida.-dije con una sonrisa un tanto forzada.
-Si, claro, nosotros vamos después. Buena suerte.
Me volví hacía allí, la sala se había ido llenando según avanzaba la noche y el bullicio se hacía mayor. Cerca del buffet, con un refresco en la mano humana y las cuchillas apoyadas sobre la mesa, Freddy Krueger charlaba con Jason Voorhees. Esa imagen me saco una enorme sonrisa.
-Vas horrible, Leo.-le susurre al pasar por su lado.
Él se giró sorprendido y sonrió.
-No puedo decir lo mismo, Lady.
Coqueteo. Claro, Louis Voorhees estaba presente.
-Bueno, yo os dejo a solas-dijo este, y supuse que debajo de su mascara tendría una estúpida sonrisa.
-No, no importa, he de...
-¡Hope!-gritó Drew desde el escenario-¡Nos toca ya!
Me tranquilice y conteste pausadamente:
-¡Lo siento! ¡Ya voy!-me volví hacía él-Hasta luego.
Estaba a punto de marcharme cuando vi aparecer a unas chicas vestidas de ángeles y demonios, y entre ellas estaban Emma y Rafaella. Leo también pareció verlas porque me planto un beso en la mejilla y me abrazó.
-¡No tropieces!-dijo él entre carcajadas.
Ignorando su comentario, me coloqué junto con Daphne, Drew tras el telón esperando a que lo abrieran. Antes de que pudiera pensarlo, éste se abrió, la música comenzó a sonar y desde el otro lado madame Cagine nos hizo una señal. Agarramos las sillas y salimos al escenario.
-Pop! Six! Squish! Uh, uh, Cicero! Lipschitz!
Clavamos las sillas en el suelo y comenzamos a cantar el estribillo:
-He had it coming! He had it coming!
He only had hemself to blame!
If you'd have been there, if you'd have seen it...!
I betcha you would have done the same!
Pop! Six! Squish! Uh, uh, Cicero! Lipschitz!
Entonces paró y la pelirroja avanzó con su llameante traje amarillo. Comenzó bastante sensual, para pasar a unas pequeñas acrobacias... al final saco un pañuelo rojo. Repetimos el estribillo y entonces Drew comenzó con su parte, que tenía más acrobacias, pero llego bien hasta la parte del pañuelo. Pero entonces llegó mi parte y la fastidié.
-Now I am standing in the kitchen
carvin up the chicken for dinner
minding my own business
and in storms
my husband Wilbour
in a jealous rage
"You been doing the milkman!"
And then he ran into my knife
He ran into my knife ten times
Y tropecé. Tropecé al dar el último giro e intentar coger el pañuelo. La gente se rió. Maldito sea Krueger. La música continuó, y Daphne y Drew bailaron la última parte mientras yo estaba en el suelo. Cuando sonó la última nota, me puse de pie y trate de recuperar parte de mi orgullo. Algo prácticamente imposible.
-Mon Dieu! ¿¡Que haces!?-farfulló Drew una vez cerraron el telón.
-No, no, no ha sido para tanto...-se interpuso Daphne.
-¿¡Que no!? ¡Oh, por favor! ¡Pero si...!
No quise escucharles. Lo había estropeado todo, Drew tenía razón, y nada de lo que dijesen me iba a hacer sentir mejor.
-Hope, no seas tonta. ¡Es una estúpida actuación! ¡Nada más!-dijo Daphne.
-¡Tu no has echo el ridículo!-bramé y entonces mis ojos se llenaron de lagrimas que limpie con la mano-En cambio, yo no se bailar ¡Y bien lo sabes!
-¡Deberías haber practicado más!-bramó Drew llamando la atención del resto.
-¡Ni aunque hubiese bailado durante semanas hubiese conseguido evitar esto!
-¡Parad, parad, parad! ¡Parad ya!-grito Daphne en un intento vano por calmarnos.
-¡Aparta, Daphne!-dije enfurecida. Me había puesto en ridículo delante de todos, delante de Peter.
-¡Venga, dame!
-¡No, no, no...!
-Pagad... ¡Pagad! ¡PAGEIS he dicho!-bramo madame Cagine mientras nos separaba.
Me coloqué detrás de madame, y en ese momento comenzaron a sonar las primeras notas de "The Lazy Song", mientras aguantaba las lagrimas. No quería llorar, no quería que me vieran llorar. Me deshice de su agarre y salí de detrás del escenario cuando ya no pude más y salí al patio.
Me senté en el frío cemento, me encogí y rodee las piernas con los brazos. Debería haber cogido la chaqueta, pero ahora no me atrevía a volver dentro, tal vez más tarde, cuando ambas nos hubiésemos calmado un poco...
-¡BUU!-gritaron a mis espaldas clavándome unas cuchillas de plástico en la espalda.
-¡Aaaah! ¡Joder, Leo!-grite cuando le vi claramente, se estaba partiendo de risa.
-¡Tenías que verte la cara!-dijo entre carcajadas.
-¡Basta ya!-bramé enfadada.
Me miró fijamente durante unos segundos y su risa se detuvo al instante.
-¿Que te ocurre?
-¿Acaso no me has visto? ¡Ha sido horrible!
-¿Te refieres al baile? Ni que hubiera sido Eurovision.
Sonreí tímidamente.
-Gracias por intentar arreglarlo, pero dejado, se me pasará, tranquilo.
-Vale, ¿vienes dentro?
-No, me quedaré un poco aquí, luego voy.
-Bueno, pero no tardes demasiado, hace frío.
-En seguida...
Sin embargo, pase quince minutos sentada en la intemperie, con la piel de gallina y tiritando, incapaz de moverme. Estaba sumida en mis pensamientos, dandole vueltas a todo lo que me había pasado últimamente. Me notaba demasiado vulnerable y sensible, desde que intente visitar a Nico al hospital.
Ocurrió hace unos días, después del colegio. Fui allí y pregunte por un hombre de unos cincuenta años llamado Nicolás que hubiese ingresado recientemente.
<<-Perdone, ¿sabe el apellido de su amigo?
-Eh, no...
La señora regordeta tecleó algo en el ordenador. Negó con la cabeza.
-Lo siento, pero no ha ingresado nadie con el nombre de Nicolás en la última semana.
-Pero, pero eso es imposible... Es decir, yo vine aquí con él, le ingresaron, le, le... ¡Tiene que estar aquí!
-Lo siento, puede que le hayan trasladado a otro hospital, no es nada fuera de lo común.>>
Pero no obtuve ninguna respuesta de los otros hospitales y eso me preocupaba bastante. E incluso estuve tentada de avisar a Bruno, pero decidí hablar con él cara a cara cuando fuera a le deux Moulines.
-¡Joder, que frío!-dijo alguien a mis espaldas-¿No tienes frío?
-Un poco-respondió una voz que me era familiar. Muy familiar.
-Lo hemos hecho bien, me ha gustado tu mascara del Joker.
-Gracias-le respondió Peter con modestia-En realidad... ¡Hope!
Mierda.
-Ho-hola.-tartamudeé.
-¿Que haces aquí afuera? ¡Hace muchísimo frío!
-Bueno, ¿y que haces tu aquí?
Señaló a su amigo.
-Quería fumarse un pitillo.
-Ah... Yo... estaba pensando.-entonces vi la confusión en su rostro-Bah, lo habrás visto, he echo el ridículo.
-¿Que? ¡Ah, la actuación! No ha sido tan horrible, has cantado muy bien.
Bufé.
-Déjalo, no merece la pena.
-Bueno, la nuestra a sido peor, Mick se ha salido del es escenario y a mi se me ha olvidado la letra.
-Oh, siento no haberte visto-dije sintiéndome muy culpable.
Él rió.
-Todos hacemos el ridículo de vez en cuando.
-Debería disculparme con Drew, me he comportado como una estúpida.
Suspire. Vaya una noche de Hallowen.
Peter se sentó a mi lado y me echo su chaqueta sobre los hombros. Apoye la cabeza sobre su hombro y cerré los ojos. Comenzó a juguetear con mi cabello y su mano bajo hasta mi cuello, enterré la cabeza en su pecho y deje que las cosas siguieran su curso. Un error garrafal.
-¡Eh, Hope!
Nos separamos al instante y entonces observe a Jason Voorhees, con una mirada de confusión en sus ojos al vernos tan juntos.
-Daphne te buscaba.-dijo sin apartar la vista de nosotros.
-En seguida voy.
Se fue sin dejar de observarnos. Una vez desapareció me volví hacía Peter.
-Oye, tenía que expli...
-Da igual, no tienes que explicarme nada.-dijo él con una sombra de duda en sus ojos.
-Si, si que tengo que hacerlo. Verás, Peter...
Y entonces le conté toda la treta, toda la historia que se había inventado Leo para que Emma le dejara en paz, que no sabía cuanto duraría aquello... También le conté lo preocupada que me tenía Nico, ya que desconocía su paradero. Me abrí completamente.
-Pero, no tiene sentido.
-Ya, tal vez se confundieron cuando pregunte por él.
-No, no me refería a eso. Lo de Leo, me parece extraño.
-¿Porqué? No...
-¡Hope!
¡Daphne! Corría hacía mí con mi chaqueta y mi móvil en la mano, y una mirada de preocupación en el rostro. Nos pusimos de pie y la agarré por los hombros.
-Daphne... ¡Daphne! ¿Que ocurre? ¡Dímelo!
Pero ella simplemente me tendió el móvil. Al otro lado comenzaron a relatarme lo ocurrido. Chillé y colgué.
-¡He de irme!-agarré la chaqueta y me quite la de Peter.
-¿Que ocurre, Hope? ¿Daphne?-preguntó Peter.
Me volví hacía él con lagrimas en los ojos.
-Mi hermana ha sufrido un accidente. He de ir al hospital. ¡YA!