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miércoles, 15 de mayo de 2013

Capitulo 36: Le Famille Hayes

Siento haberme retrasado tanto y que sea tan corto, pero he estado liadísima y me he estado leyendo todos los fan-fics y no me daba tiempo. Espero que os guste. ¡Un muxu a Queen.A y Lucia Pourtier!

Durante las primera semana de mi traslado en Londres, apenas conseguí descubrir algo sobre Quinn. Esto me irritaba a sobremanera, y cada vez que la conversación se volvía más personal ella se callaba y pasaba a otra cosa. Siempre que le preguntaba por su familia, ella simplemente me ignoraba y eso me desconcertaba, pero al final deje de preguntar.
Aunque jamas lo admitiría, me irritaba que me hubieran puesto con ella. Ya que los emparejamientos se hacían teniendo en cuenta las personalidades y aficiones de cada uno, pero por más que lo intentaba no podía ver si no diferencias entre nosotras.
En el instituto no me iba mal del todo, pero tampoco me gustaba. Era la única que entendía perfectamente todo lo que decían y eso trajo su parte negativa, ya que cuando se enteraron de que era inglesa comenzaron a avasallarme a preguntas. Cada vez que había que hablar en alguna clase me mandaban a mi, no me importaba, pero me daba algo de vergüenza.
Ademas, no podía ni quería mencionar a mi familia. No había podido llamar a Laura y era muy probable que estuviera preocupada. Ese pensamiento me angustiaba cada vez más y más.
El viernes al terminar las clases volví con Quinn a pasar la tarde. No salíamos muy a menudo, aunque sabía que habían organizado algunas fiestas para nosotros. Sin embargo ese día hicimos algo diferente y que me sorprendió. Cuando llegábamos a su casa, de repente tiro su cigarro y suspiro mientras se volvía hacía mi:
-Hoy hay una cena familiar ¿Te gustaría venir?
Me quede boquiabierta. ¿Que era de la fanfarrona y arrogante de estos días atrás? Allí estaba ella, con la mirada fija en el suelo y un tic nervioso en la pierna. Asentí levemente y contuve mis preguntas.
-Será a las siete.
Tendría que haberme dado cuenta entonces de que algo ocurría en esa casa.
...
A las siete menos diez ya estaba preparada. Me había vestido con mi vestido blanco y había alisado mi cabello rubio (aunque las raíces oscuras comenzaban a aparecer de nuevo). Estaba nerviosa y emocionada a la vez, tenía muchas ganas de conocer a  su familia, ver como eran y sobre todo, caerles bien. Puede que hasta pudiera sonsacarles algo sobre Quinn, pero lo dudaba. Ella me había advertido de que ademas de sus padres y hermanos (¡Tenía hermanos!), estarían sus tíos y primos, una gran reunión familiar.
La mire llena de celos.
A las siete en punto fuimos directas a la casa, y me sorprendió un poco su indumentaria. Yo me había vestido con la intención de parecer inocente y dulce, pero ella... era totalmente lo opuesto, jamás me habría vestido ante mi familia de aquella manera. Llevaba unos pantalones negros totalmente rajados y descoloridos, una camiseta azul oscuro, holgada y con varios cortes en los costados, ademas de unas botas militares con tachuelas, y la chaqueta que llevaba puesta el primer día que nos conocimos. No es que esperara verla con un vestido rosa y lazos, pero pensé que sería un poco más... ¿sutil? Ya poco podía hacer que me sorprendiera.
Cuan equivocada estaba.
Nos abrió la puerta una mujer que inmediatamente deducí sería su madre. Tenía el pelo corto y oscuro, el rostro ovalado, la boca pequeña y las mejillas sonrosadas. Tenía un aspecto cándido y dulce, tan diferente y tan parecida a Quinn que desconcertaba.
-Encantada de conocerte, me llamo Lily-me dijo sonriente.
Le devolví la sonrisa.
-Yo soy Hope.
Ella nos sonrío pero sus labios temblaron al mirar a su hija, no se dijeron nada pero sus miradas fueron claras: allí no había cariño, no por lo menos en los ojos de Quinn.