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sábado, 28 de septiembre de 2013

Capítulo 38: Le sceau de Quinn. Partie 1

¡Por todos los Angeles! Hacía mil que no me pasaba por aqui. Bueno, no me entretengo mas, aqui os dejo el capitulo y os aviso de que el siguiente lo subire la semana que viene. SI quereis algun adelanto podeis seguirme en Twitter (@Nina_Moonlight) para ser los primeros en enteraros.
Muxus!
P.D: Drewinthesky ha renovado, no es coña ¡Pasaos que esta muy bien!

-¡Hope, espera!
Me di la vuelta totalmente perpleja ¿Daphne?
No habíamos estado mucho tiempo juntas durante los ultimos días, ya que a su inglesa le encantaban las fiestas y la ropa, dos combinaciones peligrosas si ademas añadias a aquel diablillo pelirojo. Ella se acercó sonriente y me abrazo.
-¡Te he echado de menos!
-Rubí, pero si nos vemos siempre en clase.
Ella frunció el ceño.

-Ya, pero no es lo mismo.
Reí y me quede mirandola, no sabia que decir.
-Bueno...-comence-¿Que tal con tu inglesa?
Su rostro se iluminó al instante y comenzó a farfullar sobre todo lo que habían estado haciendo esos ultimos días: que si de compras, probando conjuntos, viendo pelis... Cuando empezo ha hablar del vestido para la fiesta de ese viernes, simplemente desconecté.
Suspire y la mire sonriente, asintiendo de vez en cuando y soltando algun comentario oportuno. La verdad era que no me apetecía hablar de nada, estos ultimos días habían sido espantosos, un infierno. Había conseguido dar con Laura y preguntarle por Natalie, pero todo seguía igual, aunque los médicos decían que se recuperaría. En varias ocasiones incluso trato de hablarme de Nico (o Vincent, como lo llamaba ella) pero yo no podía ni quería oir hablar de él. Ademas la ultima vez que llame a casa se puso él y tuve que colgar al instante, seguramente por algun plan ideado de Laura. Le odiaba ¿como no hacerlo? Me había mentido, todo ese tiempo me había estado mintiendo. Sabía quien era, sabía donde vivía, podía haberlo dicho... Pero había esperado demasiado y ya era tarde.
Nos sentamos en un banco del patio y Daphne comenzo a preguntarme sobre lo que llevaría el viernes. Le dije la verdad, que no tenía ni idea ni me importaba, por lo que me dedico una de sus miradas asesinas por "atentado a la moda".
-Podría prestarte algo-dijo ella con rapidez-No se, tal vez la falda rosa... ¡No, no! ¡El vestido azul, ese es perfecto! ¿Eh, Hope? ¿Que me dices? ¿Hope?
Pero mi atención estaba en otra parte. Estaban sentada juntos en un banco a unos metros del nuestro, hablaban y reían. Ella vestía como siempre, vaqueros oscuros, chupa de cuero y botas militares, pero se la veía... alegre e incluso, por que no admitirlo, atractiva.
Eso la enfureció.
-Vuelvo en seguida-le dijo a Daphne que la miraba desconcertada.
Camino con paso decidido hasta ellos pero fue disminuyendo el ritmo segun se acercaba. Estaba harta de esa chica ¡Harta de sus tonterias y peleas! Apenas la veía y eso era un alivio, pero cada vez que se encontraban la situación era tensa, ni se hablaban ni se decían nada. Nadie hubiera dicho que eran compañeras. Había dormido sola durante la última semana, ya que ella siempre desaparecía alrededor de las diez y no volvia hasta la mañana, aunque demasiado pronto como para que me diese cuenta. Nunca hablabamos, ni le preguntaba adonde iba o que hacía. Tratabamos de ignorarnos.
Y hoy lo hubiera hecho, de no haberla visto hablar con Peter.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca de ellos se detuvo. Tampoco es que su relacion con Peter fuera de las mejores, no habían vuelto ha hablar desde lo del Teatro y de eso hace ya varios meses. Aún asi trataba de encontrar la razón por la que se había dirigido hasta ellos, y se ruborizó al darse cuenta del motivo.
Estaba celosa, celosa de Quinn. Me di la vuelta, pero era demasiado tarde.
-¿Hope? ¡Eh, hola!-dijo él lo suficientemente alto como para que fuera imposible ignorarle.
Me gire y ande hasta ellos con lentitud y las mejillas ardiendo. Él me sonreía (¿me habría perdonado por todos esos meses en los que le ignoré?), en cambio Quinn me observaba con malhumor e impaciencia. Aquello me dio las agallas suficientes como para sentarme entre ellos.
-¿Que tal?-les solté activando mis dotes de actriz al máximo para evitar que notaran mis verdaderos sentimientos.
Él me sonrió.
-Muy bien, Quinn y yo hablabamos de música, discutiamos por el mejor videoclip de Michael Jackson. Estabamos entre "Thriller" y "Smooth Criminal".
-"Smooth Criminal"-dijimos Quinn y yo al unisono.
Nos miramos estupefactas durante unos segundos antes de que Peter estallara en carcajadas. De repente se irguio y dirigió un saludo a un muchacho moreno que esperaba junto a la entrada.
-Bueno chicas, me voy. ¿Nos vemos mañana?
-Claro-dijo Quinn con una mirada embelesada.
-Por supuesto-respondí mas cortante.
Cuando estuvo fuera de nuestra vista Quinn y yo nos miramos, las dos echabamos chispas. Me agarró de la muñeca y tiro de mi para sacarme fuera del colegio, pero Drew y su inglesa aparecieron de pronto. Daphne venía corriendo por detras.
-¡Hope!-dijo evidentemente sorprendida de verme agarrada por Quinn-Te estabamos esperando para...
-Lo siento, rubia, pero ahora mismo Hope y yo tenemos que hablar.-se alejó dejandolas estupefactas y golpeó a Daphne al pasar junto a nosotras.
No dijimos nada durante el trayecto a casa, ella se limito a sacar su tabaco y rebuscar entre sus bolsillos. Al entrar en la casa me deje caer en la cama mientras ella daba un portazo y venia a encararme.
-¿Que coño te crees que estas haciendo?-silbo ella de una manera que me hubiera acojonado en otro momento.
Pero ahora mismo tenía un calentón tremendo como para echarme atras.
-No te acerques a Peter-amenace.
-¿O que?-me reto ella-¿Que problema tienes?
Nos pusimos frente a frente, casi tocandonos.
-No quieras descubrirlo.
Ella me observó durante una milesima de segundo antes de estallar en carcajadas. Me enerve y le tire del pelo hasta tumbarla en la cama. El hecho de que mi ataque le pillara por sorpresa era la unica explicacion posible para que hubiera logrado tirarla, no es que fuera debilucha pero tampoco era buena peleando. Quinn comenzó a patalear y me coloque a horcajadas sobre ella agarrandole las muñecas con fuerza. Su expresión cambio del enfadado al puro pánico.
-¡No, no, no, no...! ¡Sueltame!
Asustada, me aparte de ella y caí al suelo. Ella se sentó con rapidez en la cama, metió las manos en los bolsillos de la cazadora y corrió al baño. Entonces me fije por primera vez en las manchas que había sobre las sabanas y sobre mis propías manos.
Sangre.
Me lance contra la puerta del baño y comence a aporrearla con fuerza.
-¡Quinn! ¡QUINN! ¡Sal, sal y habla conmigo!
-¡Que te jodan!-bramo ella desde el interior. Estaba llorando.
-¡Quinn, por favor, abre la puerta!
-¡NO!-bramó ella.
Una idea surcó mi mente.
-Si no abres la puerta se lo dire a tu madre, no dudes en que lo hare.
Hubo silencio al otro lado de la puerta. Unos segundos despues se oyó el chasquido de la puerta y ante mi aparecio una Quinn totalmente cambiada: ojos llorosos, semidesnuda, con las muñecas sangrantes y un cuchillo en la mano derecha.
No me di cuenta de este ultimo elemento hasta que fue demasiado tarde y lo tenía contra mi cuello. Me agarro de ambas muñecas y clavó su rodilla en mi estomago, dejandome sin respiración. Acercó su rostro al mio, tan cerca que nuestras narices se tocaban y nuestros alientos se mezclaban.
-No se te ocurra, si quiera. O entonces te juro que te matare, y creeme, no dudes en que lo haría.
Me sonrió con una mezcla de malicia y locura y sentí ganas de desmayarme.
-Estás loca, loca de atar.-le dije entrecortadamente.
Me dirigió una sonrisa torcida.
-Puede...
Un golpe secp en la puerta interrumpio su frase. Ambas miramos desconcertadas la puerta, entonces ella apretó el cuchillo con más fuerza contra mi cuello y susurro:
-No hagas ningun ruido.
Con rapidez me metio en el baño y atrancó la puerta desde fuera. Estaba demasiado paralizada como para oponer resistencia, y de lo unico de lo que fui capaz fue de sentarme en el suelo, pegar la oreja a la puerta y escuchar.
-Hola-oí que decía una voz masculina vagamente familiar.
La voz de Quinn dejaba claro que no le gustaba esa visita.
-¿Que haces aquí? ¡Tendráis que estar trabajando!
El hombre rió.
-¿Que ocurre, pequeña? ¿Acaso me vigilas tu ahora?-hubo una pausa tras la cual dijo en voz tan baja que apenas lo oí-¿Donde esta tu compañera?
-¿Que compañera?-espetó Quinn.
-No me jodas, tu amiguita. Esa zorra rubia que vino el otro día a casa.
-No esta, y no somos amigas. La he dejado en el colegio, dijo que vendría a la hora de cenar-la voz de Quinn se fue apagando lentamente mientras decía esta última frase, como si se arrepintiera.
Volví a oir la risa del hombre.
-Bueno, hasta entonces tenemos un par de horas por delante ¿no?
Apenas unos segundos despues de decir aquello oi como Quinn corría por el estrecho pasillo. Hubo un golpe tremendo que sacudio la puerta del baño y que me hizo estremecer. La había cogido.
-¿Vamos a tener que empezar otra vez a aprender modales, puta?-dijo él antes de que sus pasos se alejaran.
La siguiente hora que estuvo encerrada en el minusculo baño tuvo que fue de las peores de su vida. Oía los gritos de Quinn amortiguados, como si un trapo le cubriera la boca, y el forcejeó continuo de ambos. Las manos me temblaban y comence a llorar atropelladamente, pero me mantuve segura de que lo hacía lo suficientemente bajo como para que no me oyeran y ni siquiera me atrevi a encender la luz.
Cuando todo terminó pude oír con claridad los gemidos de dolor de Quinn y de nuevo, aquella horrible risa.
-No hace falta que vengas hoy de madrugada, no quiero que te canses. Y no se te ocurra decirle nada a la putita francesa o ya sabes lo que pasara.-la amenazó.
La puerta principal se cerró en un golpe seco y al instante oyó a Quinn llorar a lagrima viva, pero no quiso interrumpir su desahogo y se quedo dormida contra la puerta del baño. Se despertó horas despues cuando ya era de noche y al oír el chasquido de la puerta, se irguió con rapidez y miro a Quinn de arriba a abajo.
Lucía peor que antes. Sus ojos estaban hinchados y rojos, su cuerpo semidesnudo apenas cubierto con una fina bata gris, el pelo enmarañado y las uñas mordidas hasta lo imposible. La miró totalmente descompuesta.
-Quinn... ¿Porque?
Ella tragó con dificultad.
-No es la primera vez.
Note una punzada en el corazón.
-Dios mio, Quinn, hay que avisar a la policia...
Su mirada volvió a ser feroz.
-¡No! ¡No vas a llamarles o...!
-Entonces cuentamelo. Hazme entender.
Ella se quedo quieta, temblando incontroladamente y mirandome duditatiba.
-¿Y prometes que no llamaras a la policia si te lo cuento?
-No dire nada.
Ella pareció dudarlo tan solo un instante antes de decidirse. Se dirigió al cuarto y se dejo caer en la cama, con nuevas manchas rojizas y mas revuelta que nunca. Me sente en el suelo y le pregunte:
-¿Cuando fue la primera vez que te violó tu padrastro?

3 comentarios:

  1. Nina!
    Me ha encantado el capítulo, pero a la vez me ha dejado angustiada. Espero que se solucione lo de Quinn, Hope no puede permitir que siga sufriendo. Cuelga el siguiente capítulo pronto, que si no me dará algo.
    Un beso

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  2. Holaa Ninaa!!
    Vengo para decirte que te he nominado en mi blog!!
    http://feedingmydreams.blogspot.com.es/
    Kisses!!

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  3. Te he vuelto a nominar a los premios Liebster Awards. ¡Chao!

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