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sábado, 24 de noviembre de 2012

Capítulo 33: Disparu

Habían bebido demasiado, y una de las luces se había fundido. Lo que debía haber sido una noche para recordar se tornó en una pesadilla. Él solo tenía unos golpes superficiales y alguna contusión. Lo habían sedado. Ella casi murió, pero ahora...
Una maquina debía respirar por ella.



Su cabeza descansaba sobre las suaves mantas, sus lagrimas resbalaban sobre la mano inerte de la enferma y formaban surcos al llegar a las sabanas. En frente de la cama una mujer pelirroja enterró la cabeza entre las rodillas, incapaz de detener el llanto.
La puerta se abrió y un hombre alto de bata blanca entró silenciosamente. Se acercó a ella y le puso una mano en el hombro, ella se irguió y limpió sus lagrimas. La mujer pelirroja hizo lo propio y se levantó.
Ambas lo miraron expectantes. Él sacó un cuaderno, calló por unos segundos y entonces dijo:
-El hombre se despertará a la mañana, nosotros nos ocuparemos de contarle lo ocurrido y podrá abandonar el hospital en una semana, después de comprobar que no ha sufrido ningún daño interno.-Asentimos y contuvimos el aliento-En cuanto a la señorita...-se detuvo y cogió aire-será trasladada a otra ala del hospital especializada en enfermos internos.  No tienen de que preocuparse, estará bien.
<<Solo estaría bien si despertara>>, pienso tristemente.
Cuando me explicaron lo ocurrido no me lo creí, ella no podía estar dormida, estaría fingiendo. La toqué, lloré, me agarraron y trataron de calmarme. Todo en vano, ella ya no estaba aquí.
Estaba en coma.
Laura mencionó la idea de ir a casa y dormir, eran las ocho y media de la mañana y ninguna de las dos habíamos pegado ojo. Se la veía cansada y yo me sentía destrozada, dormimos catorce horas seguidas. No volvimos al hospital hasta tres días más tarde, falte a la escuela para entonces todos se habían enterado de lo ocurrido. Todo el mundo había llamado y nos había dado sus condolencias y yo no paraba de chillar cada vez que llamaban <<¡No esta muerta!>> y no paraba de llorar.
Hasta el quinto día.
Alan había salido del hospital y le habían explicado todo, había sido igual de difícil para él como para nosotras, nos turnamos para ir a visitarla todos los días. El lunes, sin embargo, alguien más vino con nosotros.
Estaba esperando fuera de la habitación, vestía de negro y tenía una delgada carpeta entre sus manos, cuando nos acercamos, se levantó y nos saludó.
-Buenos días, me llamo Eleonore Devilè, vengo de parte de los Servicios Sociales para hablar acerca de la custodia de mademoiselle Hope Moonlight.
Me quede helada. Esto no podía estar pasando, no otra vez...
-Debido al estado en el que se encuentra su hermana, tutora legal de ella desde hace dos años, debemos buscarle un nuevo tutor, por lo menos hasta que esta...-se detuvo un instante y finalmente dijo-se recupere.
Laura retomó la palabra mucho antes que yo.
-Bueno, yo soy su tía, podría hacerme cargo de ella.
Respiré más aliviado.
-Por supuesto, pero antes de venir a verles, revisé el material que teníamos acerca de ambas. Usted apenas acaba de instalarse, y aún no ha sido formalizada su solicitud de empleo.
Ella iba a protestar pero la interrumpió.
-Perfectamente podría hacerse cargo de la tutela de mademoiselle, pero antes debería hablarlo con su hermano, él también desea cuidar de ella.
-No tengo hermanos. Es decir, murió, era su padre.-respondió entrecortadamente.
-Me refería a su hermano mayor, Vincent. Él vive aquí en París y nos pusimos en contacto con él, se mostró bastante dispuesto a colaborar aunque estaba algo confuso porque le hubiésemos llamado ¿Tuvieron algún problema?
-Eh, no lo se... Nací mucho después que él, solo lo he visto en fotos.-respondió Laura confusa.
-Muy bien, siganme, nos espera en la cafetería.
Bajamos las escaleras mientras nos interrogábamos con miradas de incredulidad ¿Tenía un tío vivo en París? ¿Y quería hacerse cargo de mí? No entendía nada, aunque estaba bastante aliviada por la idea de tener a Laura a mi lado. Llegamos a la cafetería que estaba algo abarrotada, nos dirigimos al fondo donde un hombre nos esperaba sentado. Me detuve un instante para ordenar mis pensamientos.
No-no-no-no-no... Esto no esta pasando.
Nos detuvimos frente a su mesa y entonces él alzo el rostro. Solté un grito.
Era Nico.

4 comentarios:

  1. Ninaaaa! Por fin! Me encanta cielo oye quizas el finde que viene pueda quedar contigo, ahahha, me ha encantado!!

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    1. Y por cierto! Cereza aún vive! No está muerta! hahaha tantos dias sin saber de ella!

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  2. Que?!?
    Me has dejado con la boca abierta, no me lo esperaba, es tan asdsfadfdgfeghyjui O____O
    Muchos besos y espero el siguiente

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  3. Que sepas que estás dejándome abandonada a Hope, cariño!

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