Capitulo 12: Paillettes

Bueno, este es cortito y no pasa nada muy interesante, pero luego subire el 13, ¡un muxu enorme!


Cuando  lo que parece un cuenco de mermelada, miel, chocolate y nata ha sido ingerido por las dos habitantes del Taller, el teléfono suena. Natalie se levanta y lo coge por que yo estoy amodorrada y con dolor de tripa por el atracón. Desgraciadamente, la llamada es para mi, así que me levanto y maldigo a mi chèrie mientras empieza a parlotear.
-...¡Y también me he comprado cosas para el teatro!-¡Oh, no!-Tengo: un vestido corto verde, bailarinas con pompones, unos pasadores, muuucha purpurina, maquillaje, unas alas...
Entonces mi cabeza desconecta y pide un minuto de silencio. Se me ha ocurrido una idea, que por muy infantil que sea, saciara mi sed de venganza.
-Daphne, luego te llamo.
Rápidamente, marco el numero de Drew, al tercer toque una voz somnolienta me coge el teléfono, pero cuando termino de explicárselo todo, habla emocionada y partiéndose de la risa. Vuelvo a llamar a Daphne, y le pido un pequeño favor que ella acepta con voz dudosa.
A las once me acuesto con una sonrisa de oreja a oreja.


-¿Entonces, en el cambio de...?
-Si, si, si... exactamente.
-Madeimoiselles Moonlight et Méridiem! Vouz avec attendez, sil vouz plaît?
-Oui, excuse moi, monsieur...
La hora de Ingles pasa rápidamente, mientras Drew y yo repasamos nuestro plan, yo lo tengo preparado pero solo en teoría, no sabemos como afectara a la practica. Cuando llega la hora de Teatro estoy de los nervios, Drew pega pataditas al suelo y Daphne se muerde las uñas.
-Hoy repasaremos las escenas 7 y 8. Hope, aun no actúas lo bastante enamorada.
Me contengo para no empezar a abofetearla y me digo que hoy lo haré bien para que no sospechen de mi. Daphne se coloca al lado de Mademoiselle Lettisiere y Drew detras de un biombo con una gran bolsa en sus manos.
Pero cuando empezamos la escena, se que algo va mal. Según nuestros cálculos, Peter debería haberse quedado pegado al suelo gracias al pegamento que puse previamente, pero ahora se mueve fácilmente a lo largo del escenario. Miro preocupada a Drew y veo que ella esta decidida a actuar y aunque yo niego con la cabeza ella sigue hacia adelante con el saco. Agarro a Peter, para ponerle a tiro y finjo intentar besarle, pero se me olvido meter a Daphne en mi ecuación, porque Peter se avalanza sobre mi y la purpurina pasa rozándole.
Maldigo para mis adentros cuando la profesora nos pregunta de quien fue la idea, pero se que no puedo culpar de esto ni a Drew ni a Daphne.
-Fue mía, madeimoiselle... yo...
-Trê bien!!
-¿¡Queeeeeeeee!?-preguntamos intrigadas Daphne, Drew y yo.
-Me parece un efecto precioso que, cuando salga Campanilla, echéis purpurina, pero deberíais haberme avisado primero. Ahora limpia esto, Hope.
Oigo la risa de Peter y eso me enfurece lo suficiente como para juntar la purpurina y arrojársela. No crea el mismo efecto pero algo es algo.
Enfadada por que mi plan no ha salido como yo esperaba, me salto la comida y me dedico a dar patadas a todo lo que veo. Estoy a punto de dar a una pared cuando una mano me detiene.
-¡Eh, eh, eh! ¿Que te ha hecho la pared, madeimoiselle Lady?
Me giro y veo su pícara mirada color zafiro.
-Leo...-le abrazo fuertemente y dejo que las lagrimas salten de mis ojos. Le cuento lo de la purpurina, mis pesadillas ininterrumpidas y todo lo que atormenta mi mente.
El no me para de abrazar y eso me alegra, por que no quiero que me suelte, pero desgraciadamente, las cosas siempre tienen su fin...
-¡Leo!
Nos soltamos un poco, y veo aparecer a Emma, una chica de mi curso, guapa pero muy tonta, lo mires por donde lo mires.
Ella para un poco al ver nuestro abrazo y luego dice con tono de queja:
-¡Te estaba buscando!-hace un mohín-¡me has dejado sola antes!
Arqueo una ceja mientras le echo una mirada asesina.
-Ya, eh... en seguida voy.
-¡No ahora!-chilla y se aleja unos pasos.
Miro a Leo fijamente. El ve mi mueca de desdén por lo que sonríe y contesta:
-Te veo mañana, Lady.
Me besa en la frente y se va con Miss Petarda. Les veo alejarse, ella dando saltitos y el con su paso tranquilo y sereno, hasta que son puntos lejanos en mi vista.
Reviso mi horario y veo que tengo Tutoria y Latín, y como no me encuentro muy bien, pido el resto del dia libre en Secretaria, y me voy al Taller.
Al llegar, me tumbo sobre la colcha y miro la ventana, donde siempre le veo aparecer. Me toco la frente y sonrió un poco, pero el breve recuerdo de Emma sirve para enfurecerme de nuevo. 
Creo que  mi lista negra ha aumentado a tres, con ella.